Nacimiento: Se desconoce
Fallecimiento: Sevilla el 10 de diciembre de 1791
Nacionalidad: Española
Lengua materna: Castellano
Luisa María del Rosario Ahumada y Vera fue hija de Catalina de Vera y Leyva y de Francisco Pablo de Ahumada y Mendoza Villalón y Narváez, primer Marqués de las Amarillas; por ahora no sabemos su fecha de nacimiento.
De sus padre y madre heredó el título de segunda Marquesa de las Amarillas, el cual posibilitó que Agustín de Ahumada, su tío, con quien contrajo nupcias, fuera nombrado virrey de la Nueva España en 1755. Luisa tuvo un hijo, con quien llegó a la Nueva España en noviembre de 1755, y quien murió en marzo de 1756. En 1760 murió su esposo Agustín, por lo que la Marquesa volvió a España. A su regreso a la península contrajo nuevamente matrimonio, y se instaló en su tierra natal hasta su muerte en Sevilla el 10 de diciembre de 1791. El de Luisa es uno de los pocos textos realizado por una virreina novohispana.
En su Diario de viaje de Cádiz a México, el cuarto volumen de nuestra colección, Luisa María relata su experiencia en el tránsito de España a la Nueva España. El texto, escrito originalmente en prosa por la autora, fue puesto en verso por Agustín Ribadeneyra, secretario de la virreina, respetando su relato en primera persona y la evocación constante a una amiga a la que dirige su historia.
La Marquesa habla del dolor de dejar su lugar de origen, tierra que ama pero que deja con la esperanza de encontrar bonanza en su siguiente destino. El sentimiento de ambivalencia que provoca el migrar queda expresada en estos versos:
Queda en paz; pero/ quédate entendido,/ que si vapor he sido,/ o nube en la atmósfera/ allá desde otra esfera/ hará que más en ella me sublime/ la pesantez que el corazón oprime/ vertiendo sobre todos tus retiros/ agua mis ojos, rayos mis suspiros.”
El relato de Luisa María permite imaginar lo que implicaba para una mujer noble viajar de Cádiz a la Nueva España durante el siglo XVIII. Así, la autora describe los festejos de su santo a bordo del barco, con música y comedia, el cambio drástico de temperatura al pasar por Cuba, sus impresiones del puerto de Veracruz y cuando los recibió “la tierra en su regazo”. La virreina plasma en su escritura la abundancia de la naturaleza en América, de sus flores, frutas, aves y peces. La escritura de la Marquesa de las Amarillas da cuenta de la experiencia de una mujer que recorre el mundo y de la gran riqueza que atestigua con sus sentidos en ese tránsito.
Participación del seminario en el encuentro de Humanidades Digitales