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María Ana Águeda de San Ignacio

Información personal

Nacimiento: 3 de marzo de 1695

Fallecimiento: 25 de febrero de 1756

Nacionalidad: Mexicana

Lengua materna: Castellano

Ocupación: 
 
Años activa: 
 
Lengua literaria: Castellano
 
 

Tabla de contenidos

Vida

María Ana Aguilar Velarde es la autora del quinto libro de nuestra colección, Devociones varias. Su obra está firmada con el nombre que eligió como monja dominica profesa: María Ana Águeda de San Ignacio. Fue hija de Micaela Velarde y de Pedro de la Cruz; nació el 3 de marzo de 1695 en Atlixco, Puebla. 

Familia

Tuvo cuatro hermanos y tres hermanas, de las cuales fallecieron la mayor y la menor en la infancia. Cuando tenía 19 años, María Ana decidió formar parte del beaterio de Santa Rosa, en la ciudad de Puebla, el cual se convirtió en el Convento de Religiosas Recoletas de Santo Domingo en 1740. Ahí María Ana Águeda comenzó su camino como escritora y teóloga y se entregó al camino espiritual.

Formación

En Devociones varias, María Ana Águeda traza una experiencia mística que pone al centro el amor incondicional, amor que aprende de la Virgen María en la entrega a su hijo Jesús. Lo que guía el camino en esta experiencia es la empatía sentida en cuerpo y alma, que revive el dolor sufrido por Cristo. La obra se difundió ampliamente como guía para el rezo y para el pensamiento cristiano. La gran circulación del devocionario en su época evidencia un cambio en la concepción y las expectativas que comenzaron a tenerse sobre las mujeres, que culminaría en la imagen de la mujer abnegada y sufriente que cobró fuerza en el siglo XIX. Sin embargo, cabe diferenciar el uso que le dieron los religiosos de la época y el camino vital de María Ana Águeda de San Ignacio, orientado al amor y a la escritura.

Otras obras de la religiosa recoleta que se editaron poco después de su muerte fueron: Maravillas del divino amor: selladas con el sello de la verdad, 1758; Oratorio espiritual, 1774; Meditaciones de la sagrada pasión: de gran provecho para las almas, 1775; Varias devociones, 1758; y Devociones varias, 1791. María Ana Águeda falleció el 25 de febrero de 1756.

Referencias

  1. † Cruz, Inés de la (1684). Autobiografia, en Carlos de Sigùenza y Góngora, Parayso occidental, plantado y cultivado por la liberal benéfica mano de los muy cathólicos y poderosos reyes de España, nuestro señores, en su magnífico Real
    Convento de Jesús María de México, de cuya fundación y progresos y de las prodigiosas maravillas y virtudes con que exalando olor suave de perfección florecieron en su clausura la venerable madre Marina de la Cruz y otras exemplarísimas religiosas. México: Juan de Ribera. p. f. 129-152v.
  2. † Sigüenza y Góngora, Carlos de (1684). Parayso occidental, plantado y cultivado por la liberal benéfica mano de los muy cathólicos y poderosos reyes de España, nuestro señores, en su magnífico Real Convento de Jesús María de México, de cuya fundación y progresos y de las prodigiosas maravillas y virtudes con que exalando olor suave de perfección florecieron en su clausura la venerable madre Marina de la Cruz y otras exemplarísimas religiosas. México
    Juan de Ribera. p. f. 153.
  3. † Cruz, Inés de la (2014). Fundación del convento (de Santa Teresa la Antigual. México: IISUE-UNAM. ISBN
    978-607-02-5914-2.
  4. † Cruz, Inés de la (1684). Autobiografía, en Carlos de Sigùenza y Góngora, Parayso occidental, plantado y cultivado por la liberal benéfica mano de los muy cathólicos y poderosos reyes de España, nuestro señores, en su magnífico Real Convento de Jesús María de México, de cuya fundación y progresos y de las prodigiosas maravillas y virtudes con que exalando olor suave de perfección florecieron en su clausura la venerable madre Marina de la Cruz y otras exemplarísimas religiosas. México: Juan de Ribera. p. f. 129-152V.
  5. † Barreto Ávila, Diana (2017). La Expansión de la orden concepcionista en hispanoámerica. 1570-1583. México: Tesis
    doctoral, Posgrado en Historia, UNAM.
  6. † Cruz, Inés de la (1684). Autobiografía, en Carlos de Siqùenza y Góngora, Parayso occidental, plantado y cultivado por la liberal benéfica mano de los muy cathólicos y poderosos reyes de España, nuestro señores, en su magnífico Real Convento de Jesús María de México, de cuya fundación y progresos y de las prodigiosas maravillas y virtudes con que exalando olor suave de perfección florecieron en su clausura la venerable madre Marina de la Cruz y otras exemplarísimas religiosas. México: Juan de Ribera. p. f. 130.
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