Nacimiento:
Fallecimiento:
Nacionalidad: Nueva España
Lengua materna: Castellano
Hay un misterio en torno a la biografía de Isabel Manuela de Santa María. Conservamos el diario espiritual en donde relató su experiencia de unión con la divinidad, al cual tituló De conciencia, y que presentamos en el tercer volumen de nuestra colección. Sabemos que escribió durante el siglo XVIII, y conocemos cuál fue su concepción de la divinidad a través de su escritura. Datos más precisos sobre otros ejercicios de escritura y las circunstancia de su muerte nos son aun desconocidos.
De conciencia es un diario espiritual que está organizado en 15 pliegos, hallados en el Archivo General de la Nación de México. Durante mucho tiempo, el diario estuvo dividido en dos expedientes, que se mantuvieron por separado. Gracias al trabajo del grupo de investigación Escritos de Mujeres pudo saberse que se trataba de una sola obra.
Isabel Manuela comparte con nosotras una experiencia de la mística vivida como una unión con la divinidad a través del alma y del cuerpo, sin separación. Su escritura plasma una mística del Amor, de la fusión con lo divino que es posible gracias a la vivencia de los sentidos. La experiencia de Isabel Manuela es de gozo y de dicha, lo que quizás explica que su obra haya llegado a manos de la Inquisición. Hoy su diario, De conciencia, nos permite conocer una experiencia de unión con la divinidad en la que la Madre María es fundamental. La relación de Isabel Manuela con María muestra que la Madre es una figura crucial en su mística de unión. La virgen María da medida de grandeza a Isabel Manuela y le permite la expresión total de su deseo en torno al misterio de sentir la divinidad. Es a través de María de Nazareth como Isabel Manuela logra expresar con total libertad su lugar como mujer; en su compañía y soporte, alcanza la claridad en la escritura y con ella el contacto único y cercano con la divina presencia.
Como otras místicas en Nueva España, Isabel Manuela de Santa María responde a la tradición de pensadoras del espiritu como fueron Teresa de Ávila, Catalina de Sena, Santa Clara, Santa Gertrudis, a quienes la monja evoca en su obra y de las cuales ha aprendido el arte de amar, y el de escribir.
El relato de Luisa María permite imaginar lo que implicaba para una mujer noble viajar de Cádiz a la Nueva España durante el siglo XVIII. Así, la autora describe los festejos de su santo a bordo del barco, con música y comedia, el cambio drástico de temperatura al pasar por Cuba, sus impresiones del puerto de Veracruz y cuando los recibió “la tierra en su regazo”. La virreina plasma en su escritura la abundancia de la naturaleza en América, de sus flores, frutas, aves y peces. La escritura de la Marquesa de las Amarillas da cuenta de la experiencia de una mujer que recorre el mundo y de la gran riqueza que atestigua con sus sentidos en ese tránsito.
Participación del seminario en el encuentro de Humanidades Digitales